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Lo primero sería definir lo que se entiende por preguntas trampa y luego ya pasaremos a ver cómo actuar frente a ellas.

Las preguntas trampa en una entrevista de trabajo, son aquellas que el reclutador realiza buscando conocer del candidato más cosas que la mera historia que vaya a contar. Busca información interna de cada uno en cuanto a la hora de actuar, de expresarse, de comunicar. Analiza comportamientos de reacción,  que no deja de ser una forma efectiva de cómo el candidato se puede enfrentar a los problemas que le puedan surgir en el día a día en su puesto de trabajo.

Hay respuestas mejores y otras peores, pero ninguna que se dé en el transcurso de esta entrevista se puede decir que sea una mala respuesta, al igual que las preguntas no creo que sea lo correcto decir que hay preguntas trampa, sino que lo habitual es decir que son o no ‘preguntas a cazar’.

Ir tranquilo a la entrevista de trabajo va a motivar que no te sientas confuso ante este tipo de preguntas trampa, y que las respondas con la mayor naturalidad del mundo que, en definitiva es como debería de ser. Eso no es obstáculo para que el reclutador suelte una de esas preguntas con clara intención de ir a cazar al candidato y que sea su respuesta  la que determine lo que el reclutador intenta averiguar de la personalidad del candidato, así como el observar las reacciones que este tiene ante situaciones nuevas y desconcertantes inicialmente.

Preguntas de naturaleza personal como , ¿Qué le motiva a usted más de este puesto? ¿por qué quiere trabajar usted en esta empresa y no en otra? O ¿dónde se ve usted dentro de cinco años? Todas las respuesta son buenas, pero influye más el cómo responder que la respuesta en sí, por ese motivo recomendamos ser sincero, escueto y realista en la respuesta que se le dé a este tipo de pregunta denominadas como ‘trampa’.

Habilidades de comunicación, de resumen de ideas, de resolución de conflictos, de afrontar situaciones inesperadas,…, esas son las cosas que el reclutador pretende analizar al realizar este tipo de preguntas trampa. No pensemos nunca que las hace ‘para que caiga’ el candidato, sino que son realmente para averiguar más cosas de las que pude ver el reclutador en un curriculum escrito.

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