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Qué no hay que comprar de segunda mano

Según ha indicado recientemente el INE, según el Instituto Nacional de Estadística, nuestro poder adquisitivo ha mermado considerablemente desde la llegada de la crisis, lo mismo que nuestra capacidad de ahorro que se ha situado en un 15% de la renta disponible. Ambos factores hacen que la compra de bienes de segunda mano haya aumentado en todos los ámbitos y sectores de la actividad económica, llegando al punto que cuando alguien necesita adquirir algo lo primero que se le pasa por la cabeza es la segunda mano.

La crisis ha hecho que ya no se vea mal este tipo de productos o servicios, siendo de lo más habitual su adquisición. Viviendas, coches, libros de texto, teléfonos móviles, …., todo aquello que se pueda adquirir de segunda mano y que pueda ser ‘palpado’ previamente por el cliente para ver su estado, ha incrementado su venta de segunda mano desde hace cinco años hasta hoy.

Ahora bien, aunque aparentemente haya productos que pueden ser adquiridos en estos mercados de segunda mano, algunos es mejor que se compren nuevos por el potencial riesgo que pueden suponer para el cliente que los adquiera mediante su uso.

Uno de estos productos que se aconseja adquirirse nuevos son los neumáticos de los coches. Obviamente estamos jugando con la seguridad del coche y, por lo tanto, con la vida de los que van dentro. Aunque el precio es tentador, la diferencia en la mayoría de los casos se compensa con la mayor seguridad en el vehículo. Es preferible optar por segundas marcas de fabricantes para conseguir algo de ahorro pero siempre dentro del segmento de neumáticos nuevos.

Otro producto que no es aconsejable adquirirlo de segunda mano es el calzado. Los zapatos se adaptan a cada pie con lo cual el adquirirlos de segunda mano nos va a condicionar ya que están habituados para un tipo concreto de persona y de andar. A esto se le añade el factor higiene

Productos de higiene y aseo personal. Este tipo de productos es obvio el motivo por el cual es mejor adquirirlos nuevos. Meramente por temas de salud.

No obstante hay que reconocer que cada día proliferan más los establecimientos que vende productos de segunda mano porque la crisis ha afectado y mucho al consumo y a la capacidad de compra de los ciudadanos y si no se puede adquirir algo nuevo y se necesita, este es el camino que queda al usuario final.

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