En los últimos años, el mundo occidental ha abierto los oídos a las tradiciones orientales. Una de las más aceptadas, es el Feng-Shui. Para explicar que es el Feng Shui, vamos a poneros el párrafo inicial descrito en la wikipedia, por lo bien que clarifica todo el concepto:
Literalmente viento y agua, es un antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, con el fin de lograr de éste una influencia positiva sobre las personas que lo ocupan. Es parte del llamado shenmiwenhua (神秘文化 – conocimiento misterioso) de la cultura china, que trata sobre cosas misteriosas, secretas e imposibles de ver. Su territorio de acción se sitúa en la frontera de dos mundos: el de la tierra –denominado ken kai–, visible y físico, y el del cielo –denominado yu kai–, desconocido, invisible y vibrátil. Por los occidentales que no comprenden las formas de conocimiento ancestrales chinas, está considerado desde una pseudociencia hasta un compendio de antiguas supersticiones chinas.
En el caso de este post, os vamos a dar una serie de pautas a la hora de colocar nuestra cama según el Feng Shui. Esperamos que os sirva, aunque sólo sea a modo orientativo.