El concepto de créditos rápidos es nuevo, o mejor dicho, de reciente aparición, y se vincula a aquellos créditos que pueden ser aprobados en un breve espacio de tiempo (incluso durante una llamada telefónica) y que no son de elevado importe, ya que oscilan entre los 50 y los 300 euros de forma general.
Este tipo de créditos rápidos no son habituales de los bancos, sino que son los habituales de las financieras o entidades crediticias online que no son bancos al uso. Los requisitos son mucho menos que rigurosos que los préstamos bancarios y ya os podéis imaginar que estas cantidades son habitualmente solicitadas para problemas puntuales de liquidez, ya que estos créditos rápidos suelen devolverse al cabo de un mes.
Un retraso en el cobro de la paga, un imprevisto a lo largo del mes que rompe los planes de la economía familiar, …., algo de no muy elevado importe que se puede devolver al cobrar los ingresos mensuales siguientes.
Está claro que no es un producto para aquellos que quieren realizar una inversión o compra de elevado importe, ya que no se va a devolver mes a mes como los habituales préstamos. Son productos más bien para imprevistos o problemas puntuales de dinero disponible en efectivo.