Habitualmente unidos a los canales online o de banca telefónica, se entiende como préstamos rápidos a aquellos en los que el tiempo que media entre la solicitud de los mismos y la aprobación o no y la disposición del dinero en la cuenta del solicitante pasan un periodo de tiempo muy reducido, incluso puede que horas o que se dé la aprobación o no en la misma llamada o consulta online.
En buena lógica, los importes que más predominan en los préstamos rápidos son de menor importe que los que se dan en otro tipo de operaciones, algo que es lo que facilita el que la aprobación o denegación sea más rápida.
Las finalidades de estos préstamos rápidos también será diferente a las de otros tipos de préstamos, ya que al ser de menor importe, a nadie se le pasa por la cabeza solicitar préstamos de este tipo para adquirir un coche o realizar reformas en el hogar que luego se amortizarán en muchos años.
Son préstamos más que nada enfocados a solventar algún problema puntual de liquidez, tensiones en la cuenta corriente por la demora de los ingresos, o para afrontar algún imprevisto del estilo avería, pero que no estaban contemplados de antemano que fuesen a ocurrir, sino que al producirse han roto los esquemas prefijados de antemano.