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Esta afirmación que estamos preguntando, tristemente es lo que muchos consideran de nuestras universidades. Lo cierto es que no va muy desencaminada como se puede comprender  tras analizar los resultados del informe presentado por el University of the Future Student Survey, publicado por Laureate International Universities con las opiniones de 27.000 estudiantes de todo el mundo, y dentro de ellas la de los universitarios españoles.

De ahí obtenemos una clara respuesta a la pregunta inicial: los universitarios españoles creen que las universidades españolas son una fábrica de parados, y lo que es peor, una fábrica demasiado cara.

Puede que haya honrosas excepciones dentro del gran número de universidades que hay en España, pero la generalización es la norma.

La cuestión es que esta respuesta tiene sus explicaciones por parte de los universitarios de este país.

Para ellos hay un completo desapego del mundo de la universidad al mercado laboral y al tejido empresarial. Les da igual cuáles sean las tendencias laborales del mercado. Si ya no se demandan ingenieros, a las universidades que dan esta formación les da absolutamente igual. Es más quieren incrementar su matrícula en número para conseguir más ingresos, aunque sepan a ciencia cierta que un porcentaje enormes de los que terminen sus estudios van a ir directamente a la cola del INEM.

Las universidades españolas no se dan cuenta de que están produciendo a profesionales para que salten al futuro mercado laboral, pero no les importa nada eso. Lo suyo es obtener titulados universitarios que, aunque luego vayan al paro.  No se preocupan en ningún momento en generar expectativas positivas acerca del futuro laboral de sus alumnos. Se alejan del tejido empresarial ya que a ellos, directamente no les afecta como esté el mercado laboral. Una vez terminados sus estudios, el problema ya no lo tienen ellos. Con tal de conseguir fabricar determinado número de personas tituladas al año que les permita estar en su ‘status’, lo que estas hagan les trae sin cuidado.

La segunda causa muy clara de esta opinión negativa acerca de las universidades españolas radica en que aunque se busca la salida de los mejores profesionales al mercado,  cada día ven que actúan en sentido inverso: que se quiere que la investigación sea generadora de talento y curiosamente, se realizan recortes en las partidas destinadas al I + D + i. Que se quiere que la gente con talento pueda acceder a realizar estudios universitarios parta generar valor al mercado laboral y al tejido empresarial y se suben las tasas de las matrículas universitarias y se reducen el número de becas.

Ambos aspectos analizados justifican muy mucho la mala opinión de los universitarios españoles acerca de nuestras universidades.

 

 

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