Anuncio

Aunque las tarifas de matrícula de las universidades públicas han ido en aumento los últimos años, lo cierto es que aun están lejos de lo que cuesta una universidad privada. Lo que debemos valorar es si compensa pagar ese exceso de dinero por lo que estas ofrecen a diferencia de la universidad pública.

Si nos guiamos por términos económicos, lo que está claro es que nos decantaríamos por la universidad pública a primera vista. Ahora bien, puede haber casos en los que la diferencia de precio no sea tanta como la que parece inicialmente.

El realizar estudios universitarios fuera del domicilio habitual implica el tener que conseguir una estancia a la vez que está el gasto de la manutención, no es solo pagar la matrícula y los libros.

Es en esos casos cuando hay que analizar el coste de una universidad privada, en la cual suele ser habitual que se incluya tanto el alojamiento y la manutención para los estudiantes que poseen lejos su domicilio.

Si nos fijamos en algunas universidades de elevado importe de matrícula y en las cuales además los alumnos tengan que pagar desplazamientos diarios para asistir a las clases, la suma total de costes hace que hay que considerar seriamente la alternativa de la universidad privada.

En cuanto al tema de especialización y la calidad en la formación, estamos hablando en términos generales cuando lo suyo sería realizar la comparación universidad pública X con universidad privada Y, ambas impartiendo idénticos estudios y planes formativos. En esos términos sí que se podría hablar de mejor o peor calidad en función meramente de los resultados obtenidos por los universitarios.

Lo que sí es innegable es que la calidad del networking que se consigue en la universidad privada es inmensamente mayor a la que se consigue en la universidad pública. Esto es debido sobre todo a que uno de los puntos fuertes de la universidad privada es conseguir la colaboración para charlas, coloquios y seminarios de personas públicas de alta influencia, lo cual supone el poder contactar con alguien que difícilmente podríamos contactar en la universidad pública.

En definitiva, tomar una decisión de si es mejor acudir a una universidad privada o a una púbica es cuestión de echar números y, en caso de que tengamos las dos opciones, ver que formación, contactos y calidad de ambos ofrecen ambas posibilidades.

Anuncio