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Además de nuestra forma de conducir, así como el uso que le demos a nuestro coche en cuanto a tipos de trayecto y distancias, otra de las cosas que debemos de tener en cuenta para poder ahorrar en combustible en nuestra conducción, es realizar un mantenimiento periódico de ciertas partes del vehículo a las que tenemos acceso y que no suponen que necesitemos tener unos grandes conocimientos de mecánica ni nada por el estilo.

Primero de todo, es conocer el calendario de revisiones que nos manda nuestro fabricante y cumplirlo a rajatabla en la medida de lo posible.Puede que 1.000 o 2.000 kilómetros por encima no suponga nada pero de ahí a estar 20.000 kilómetros por encima de lo recomendado, es algo muy diferente.

Obviando el calendario programado de revisiones que tendrán a punto nuestro coche y nos permitirán ahorrar combustible, ¿qué es lo habitual que debemos de controlar y que está en nuestra mano?

  • Lo primero es mantener la presión correcta de los neumáticos. Más o menos hinchado de lo necesario significa aumentar el consumo de combustible.
  • Que la dirección y neumáticos de nuestro coche estén bien alineados.
  • Cambiar filtros, aceite y bujías en el momento indicado.
  • Escoger el aceite adecuado a nuestro motor.
  • Regularmente hacer un reglaje del motor para comprobar su buen funcionamiento y contribuir al ahorro de combustible.
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