Anuncio

Federico Garcia Lorca

Alba

Mi corazón oprimido

siente junto a la alborada

el dolor de sus amores

y el sueño de las distancias.

La luz de la aurora lleva

semillero de nostalgias

y la tristeza sin ojos

de la médula del alma.

La gran tumba de la noche

su negro velo levanta

para ocultar con el día

la inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos

cogiendo nidos y ramas,

rodeado de la aurora

y llena de noche el alma!

¡Qué haré si tienes tus ojos

muertos a las luces claras

y no ha de sentir mi carne

el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre

en aquella tarde clara?

Hoy mi pecho está reseco

como una estrella apagada.

Noche del amor insomne

Noche arriba los dos con luna llena,
yo me puse a llorar y tú reías.
Tu desdén era un dios, las quejas mías
momentos y palomas en cadena.

Noche abajo los dos. Cristal de pena,
llorabas tú por hondas lejanías.
Mi dolor era un grupo de agonías
sobre tu débil corazón de arena.

La aurora nos unió sobre la cama,
las bocas puestas sobre el chorro helado
de una sangre sin fin que se derrama.

Y el sol entró por el balcón cerrado
y el coral de la vida abrió su rama
sobre mi corazón amortajado.

Gacela de la terrible presencia

Yo quiero que el agua se quede sin cauce.
Yo quiero que el viento se quede sin valles.

Quiero que la noche se quede sin ojos
y mi corazón sin la flor del oro.

Que los bueyes hablen con las grandes hojas
y que la lombriz se muera de sombra.

Que brillen los dientes de la calavera
y los amarillos inunden la seda.

Puedo ver el duelo de la noche herida
luchando enroscada con el mediodía.

Resisto un ocaso de verde veneno
y los arcos rotos donde sufre el tiempo.

Pero no me enseñes tu limpio desnudo
como un negro cactus abierto en los juncos.

Déjame en un ansia de oscuros planetas,
¡pero no me enseñes tu cintura fresca!

Sueño

Mi corazón reposa junto a la fuente fría.

(Llénala con tus hilo,

Araña del olvido).

El agua de la fuente su canción le decía.

(Llénala con tus hilo,

Araña del olvido).

Mi corazón despierto sus amores decía,

(Araña del silencio,

Téjele tu misterio).

El agua de la fuente lo escuchaba sombría.

(Araña del silencio,

Téjele tu misterio).

Mi corazón se vuelve sobre la fuente fría.

(Manos blancos, lejanas,

Detened a las aguas).

Y el gua se lo lleva cantando de alegría.

(Manos blancas, lejanas,

Nada queda en las aguas).

Anuncio

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14