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Las alarmas para negocios son otra de esas actividades que han incrementado su uso en los últimos años y están completamente generalizadas entre todo tipo de establecimientos, motivo por el cual, las grandes compañías, han podido reducir costes al mantener un servicio de vigilancia física disponible a un mayor número de establecimientos y así cobrarles menos al mes a cada cliente, abaratamiento que redunda en un mayor número de contrataciones.

Cuando los costes de las alarmas para negocios suponía un coste importante al mes para los establecimientos, solo una parte de aquellos, los que solían comercializar productos de mayor valor (joyerías, perfumerías de lujo, boutiques de moda,…), eran los que contrataban estos servicios. Pero al aumentar el número de contratantes y reducir así el coste de la empresa de alarmas, se han ofrecido costes mensuales más competitivos que han repercutido en el coste mensual menor por este servicios y, por lo tanto, que se haya incrementado el número de establecimientos que lo contratan.

Ahora bien, la llegada de la crisis, y la reducción en las ventas de los establecimientos, ha redundado en que muchos prescindan de algunos de sus costes mensuales y, uno de los primeros en reducir, ha sido precisamente este, el de las alarmas para negocios, no porque no lo vean como una necesidad, sino porque los costes que tienen que asumir mensualmente hacen que se deban de reducir al máximo ante la brutal reducción de sus ingresos.

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