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Las joyas son el más puro ejemplo de la belleza que puede llegar a originar la naturaleza. En la mayoría de piedras preciosas, interviene el posterior trabajo del orfebre; minucioso, sutil y delicado, termina por pulir y mostrar la deslumbrante hermosura de estos “tesoros naturales”.
Al ser tan escasas y apreciadas, las de buen tamaño y pureza, llegan a alcanzar precios desorbitantes en subastas encarnizadas. Aquí os mostramos las joyas más impresionantes y caras del mundo.