Si, el lugar que te preguntamos existe, y aunque te asuste por el nombre, la belleza que se puede ver desde este punto está probada y os encantará. El Ventano del Diablo es un mirador en plena naturaleza que se encuentre en la provincia de Cuenca y que en realidad es una perforación en la roca en la que se puede ver la garganta del río con la existencia de unos desniveles de más de 200 metros.
Recibe este nombre porque la leyenda dice que desde ese punto tiraba el Diablo a aquellos que osaban a subir a vez la belleza que se desprendía desde esos ventanales.
Los ríos Júcar, Huécar y Cuervo circulan serpenteantes entre las montañas haciendo verdaderos cañones, al estilo de los que nos podemos encontrar en la zona de la Ribeira Sacra con el paso del río Sil, auténticas bellezas naturales en ambos casos que permiten ver lo que la naturaleza es capaz de realizar por sí sola.
Desde el Ventanal del Diablo, la paleta de colores que dejan las aguas de los ríos al paso por diferentes lugares, parece un pintura al óleo llena de infinitos colores de extremada belleza y que se van moviendo en función del movimiento de las aguas.