La crisis ha traido la reducción del tiempo dedicado a la realización de los viajes por parte de los turistas, así como el gasto medio. Pero eso no quiere decir que no se viaje, ya que los viajes baratos han entrado en juego siendo una de las formas preferidas de seleccionar un viaje por parte de muchos de los actuales turistas.
Viajes baratos en el sentido que cumplen la función de que el que los contrata disfrute del destino escogido durante el tiempo que haya decidido, prescindiendo de lo superfluo del viaje que es lo que en muchas ocasiones incrementaba el precio de los viajes.
Que en vez de despegar o aterrizar de un aeropuerto sea desde otro, que los viajes en caso de llevar pensión no será nunca pensión completa, que incluyan los billetes un tipo de seguro o no,…, son diferentes puntos que los viajes baratos han suprimido para ofrecer un precio realmente interesante para aquellos que quieran viajar y sea este su principal objetivo, siendo el resto de cosas que rodea al mismo algo más secundario.
Este tipo de viajes compensan claramente a este perfil de clientes ya que su máxima que es la de viajar barato, se cumple a la perfección y el resto no es lo importante.