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Bremen es una ciudad al noroeste de Alemania, hogar de los famosos músicos del cuento de los Hermanos Grimm, que puede ser un destino ideal para decidirse este próximo puente de diciembre puesto que se puede exprimir al máximo en 4 días.

Por la ciudad podemos movernos en autobús, tranvía o bicicleta, aunque su centro histórico podemos recorrerlo perfectamente a pie.

Si nos decidimos por este destino para nuestra escapada, algunos de los imprescindibles que debemos conocer son: el Ayuntamiento, cuya fachada es del estilo del Renacimiento Weser; la bodega del Ayuntamiento, de 600 años de antigüedad con innumerables tipos de vino alemán donde además podemos comer algo; la estatua de Rolando, la estatua de la libertad de la ciudad; los Músicos de Bremen, se dice que quien toca sus patas vuelve a la ciudad; la Catedral de St. Petri, de más de 1200 años de antigüedad; la Böttcherstrasse, una calle que es una obra de arte donde podemos ver un carrillón de campanas de porcelana; el barrio Schnoor, el más antiguo y peculiar de la ciudad; o el Schlachte, la rivera del rio Wesser conocida como la milla de oro de la gastronomía.

En el puente de diciembre ya podemos ver todo el centro de la ciudad iluminado con las decoraciones navideñas y el mercado de Navidad donde encontrar productos típicos, artesanía y atracciones para niños entre otros y donde  no podemos dejar de probar el vino caliente típico de la zona.

Algunos de los platos típicos que podemos probar para reponer fuerzas son las Bratwurst, los Frikadelle, el gulasch o las kartoffensalat.

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