Para una escapada en el Puente de Diciembre seguro que siempre es una buena elección una ciudad pequeña que nos dé tiempo a recorrer, exprimir y disfrutar en tan pocos días y Brujas es uno de esos destinos que merece la pena conocer por, entre otros muchos motivos, ser una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo que nos hacen pensar que estamos en otra época cuando recorremos sus calles.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y conocida como “la Venecia del Norte”, es una ciudad por la que perfectamente nos podemos mover a pie para recorrer todo su centro histórico.
Si esta es nuestra elección, algunos de los imprescindibles para conocer son: la Plaza Mayor, el centro neurálgico de la ciudad; la Torre del Campanario (Belfort), la más característica de la ciudad desde la que obtener las mejores vistas; el Ayuntamiento, con una fachada del siglo XIV; la Basílica de la Sagrada Sangre, ejemplo del gótico tardío; los molinos de Kruisvest, fantásticos; la Catedral de San Salvador, la iglesia más antigua de la ciudad; o la Iglesia de Nuestra Señora (Onze Lieve Vrouwekerk), la más famosa de la ciudad.
Otra de las actividades que podemos realizar es dar un paseo en barco por sus canales o visitar el museo de la patata frita y en nuestros momentos de descanso podemos aprovechar para probar los excelentes chocolates belgas.
En el puente de diciembre ya podemos disfrutar de sus Mercados de Navidad en las plazas Grote Markt y Simón Stevinplein donde probar el vino y el chocolate caliente, y en la primera plaza podemos ver el campanario todo iluminado.